De la mano de Narria Kultur Elkartea, el Jueves 6 de Mayo se presentará en Portugalete (19:30 Gran Hotel Puente Colgante) Euskal Memoria Fundazioa. Esta fundación está impulsada, entre otr@s, por el historiador Iñaki Egaña o Itziar Aizpurua. Su objetivo es crear un archivo histórico documental, para poder hacer frente a las mentiras con las que los estados intoxican sobre la historia de Euskal Herria.
Manipulación Histórica
Un caso flagrante de intoxicación, sería sobre la autoría del atentado que costó la vida a la niña Begoña Urroz. Esta niña de pocos meses, resultó muerta a consecuencia de una explosión registrada en la estación de Amara (Donostia) en 1960. En aquel momento, se atribuyó la acción al DRIL (Directorio Revolucionario Ibérico de Liberación), un grupo antifascista que operaba en el Estado español y Portugal. Pero claro, hoy día queda mucho mejor decir que la primera víctima de ETA fue una niña y no el guardia civil Pardines (muerto en enfrentamiento con miembros de ETA en Tolosa) o el torturador Manzanas. Así es como Ernest Lluch publica un artículo en el año 2000 en el que sin ningún tipo de argumento, responsabiliza de la muerte de la niña a ETA. Esta bola echa a rodar, y con cobertura política (y probablemente el interés económico de los familiares de la niña), existen una serie de declaraciones institucionales declarando a Begoña Urroz primera víctima de ETA. El historiador Iñaki Egaña denunciaba este atropello a la memoria histórica, asegurando que existen documentos del ejército español en los que se expresa con claridad que los responsables de la explosión de Amara eran del DRIL y no de ETA (también se registraron explosiones ese día en las estaciones de Atxuri, Chamartín y Barcelona).
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