2010/02/11

Gripe A: Atraco mundial a los fondos públicos

La alarma social desatada en torno al virus A (H1N1), ha servido para consumar una de las mayores estafas económicas de la historia reciente. Seis meses después de la histeria colectiva inducida por los medios de comunicación y la actitud irresponsable de las autoridades políticas y médicas, es momento de repasar algunos datos para hacer balance de lo que esta enfermedad ha supuesto en realidad. Para empezar, la gripe A ha sustituido a la gripe estacional en un 90% de los casos, y por ser menos letal, las muertes en el mundo se han reducido de medio millón a 14.000.  Carece de fundamento que la OMS (Organización Mundial de la Salud) declarara la gripe A como pandemia, y si lo hizo fue debido a las presiones de las industrias farmacéuticas. Empresas como NOVARTIS (412 millones de euros), SANOFI (750) o GLAXO (2.500), han sido las grandes beneficiadas de la situación. El gobierno español mandó adquirir 37 millones de vacunas para evitar las 8.000 muertes que según la ministra de Sanidad iban a producirse. Sólo se han colocado 5 millones de vacunas, y las muertes han sido 300 en el Estado y 15 en Euskal Herria. Osakidetza compró 500.000 dosis de Tamiflú, de las que después de enormes presiones a los médicos de cabecera para que las recetaran, sólo han colocado 96.000. Ahora dicen que van a vender las dosis restantes a países más pobres, como Egipto o Qatar. Vista su bajeza moral, no sería de extrañar que propagaran el virus en naciones subdesarrolladas. Algun@s médicos, como el pediatra Xavier Onaindia,  ya alertaban sobre la ligereza con la que se estaban tomando las decisiones. Países como Cuba se negaron a adquirir una vacuna que no estaba lo suficientemente testada, y allí no ha habido ninguna catástrofe humanitaria. Visto lo visto, es para cuestionarse en manos de quiénes está nuestro derecho a la salud. Los trabajadores y trabajadoras tenemos que exigir un sistema sanitario público y transparente, al servicio de las personas y no de los intereses privados. De la lamentable atención ginecológica que sufren las mujeres hablaremos en otro número.



«No debí entregar la patente de la vacuna de la malaria a la OMS, porque está controlada por las farmacéuticas»
MANUEL PATARROYO, descubridor de la vacuna contra la malaria.
Esta enfermedad sigue causando 2 millones y medio de muertes anuales en el mundo.